Eres un sueño efímero de aquella
ilusión sangrante que agoniza...
Eres una fantasía en agonía,
un suspiro sin aliento,
una noche sin luna
y un sol sin calor.
Tengo cientos de razones para odiarte,
mil razones para amarte,
pero un millón de motivos para olvidarte.
Nada más placentero
que tu regazo,
nada más confortante
que tu piel cubriendo la mía
y tu voz susurrando al oído
te amo vida mía.
Hoy mi alma escribe versos
con sabor a ti,
con aroma a nostalgia
de todo lo que un día fui para ti.
Hoy mi ser se llena de ti,
de esa tristeza profunda
que se anida en el alma
y solo descansa a la luz del alba.
Ven,
bésame,
muérdeme la boca,
arrebata el suspiro
más profundo de mi alma
y deja las huellas de tus caricias
por cada rincón de mi cuerpo.
Ámame...
Fundamos nuestros cuerpos
en un pacto de amor
que no conozca de un adiós.
Nunca te busqué,
pero te encontré,
nunca pensé amarte
y ahora lo hago sin razón
ni medida...
Quizás nunca fuiste para mí,
ni yo para ti, pero valió la pena
con el simple hecho de escucharte sonreír.
Te amo...
Aún cuando los besos saben a dolor
y los abrazos a nostalgia,
porque así como la rosa tiene espinas,
en el amor también hay dolor.
Te amo...
Con cada molécula de sentimiento
que se ha esparcido en la inmensidad del tiempo.
