Te escribo hoy...
porque solo así puedo recorrer
tu piel palmo a palmo,
saborear tus labios,
enloquecer mis sentidos
con la calidez de tu ser.
Te escribo...
Porque es la única manera
de hacerte el amor,
de besarte, abrazarte
y de seducir cada uno de tus deseos.
Te escribo porque te amo,
y está distancia me hace tornar
infinito el tiempo de inmortalizar
nuestro amor.
Hoy me embriagaré del dulce
néctar de tus labios,
me entregaré al aroma
de tu piel desnuda y me llevaré
conmigo el perfume de tu pasión,
para tatuar tu esencia en mi memoria.
Está noche deseo descubrir
todos tus secretos,
disfrutar del sabor de tus besos
y embriagarme con el aroma de piel.
Hoy déjame morir en el fuego
de tu cuerpo desnudo junto al mío,
hoy déjame beber de tu amor,
de tu pasión, para luego irme
y decirte adiós.
Mis manos sigilosamente
encienden mi cuerpo
al recordar el aroma
de tu sexo y la pasión
con la que embriagabas
mis sentidos.
Junto a ti...
Nada necesito si tú estás,
los días se llenan de alegrías
y en las noches las estrellas
brillan más.
Junto a ti...
El mismo universo se estremece
y los segundos se vuelven una eternidad,
no existe soledad cuando tú estás
y las lágrimas se pierden en alta mar,
porque junto a ti mis sueños
se hacen realidad.
Mis mariposas se aferraban
al brillo de tus ojos,
y mi alma se protegía
bajo la cornisa de tu aurora.
Mi sed sólo se saciaba en el néctar
de tus labios, y mi corazón sólo
encontraba la paz en lo dulce
de tu aroma.
©David M. & Anadian S.
Yo fui tus lágrimas,
ella fue la sonrisa
y la alegría del día a día,
yo fui las llamas de tu infierno,
ella fue el cariño y la calma.
Pero yo fui el amor en tu desierto,
la pasión en tu agonía
y todo en tu nada.
Mi vida...
Ven y adueñate de mí,
que esta noche quiero disfrutar
cuando tus manos se abran
paso a lo más profundo de mi sentir.
Hagamos el amor y no digas no,
que hoy mi alma esta desnuda
y ansiosa espera por ti.
